Al realizar la función de mentor/consejero del ministerio “Liberando a los Cautivos”, destinado a brindar ayuda a los que están esclavizados a pecados de inmoralidad sexual, he comprobado la triste realidad de que la disciplina de devoción personal privada diaria parece ser desconocida entre muchos de los que profesan ser cristianos.
Hasta pastores y líderes de iglesias llegaron a admitir que no tenían un tiempo devocional estricto e incluso algunos de ellos se justificaron diciendo que ellos tenían una comunión con Dios continua y pasaban “orando mentalmente siempre”, lo cual indica una falta de comprensión de este asunto, porque esto no Sigue leyendo