El nombre de mi mentor es: Julio Torres Suarez. La primera vez que me masturbe fue cuando tenía unos doce años, mis amigos me dijeron que ellos lo hacían y que era algo normal, el tiempo pasaba y yo seguía masturbándome hasta que se convirtió en una adicción, en mi temprana edad tuve poco contacto con la pornografía, aunque cada vez que tenía oportunidad la miraba y me masturbaba, cuando tenía unos dieciocho años comencé a ver más pornografía cada día, hasta que me convertí en un esclavo de la pornografía y masturbación, fui salvado por Cristo a mis veinte años y comencé a vivir la vida cristiana, al principio todo fue hermoso y maravilloso a tal punto que deje de ver pornografía y masturbarme, pero conocí a una muchacha en la iglesia de la cual me enamore e hice cosas incorrectas como besarla y tocar su cuerpo, por hacer estas cosas con ella nació una fuerte pasión sexual hacia ella, aunque nunca tuve sexo con ella, esa pasión me llevo de nuevo a la masturbación y a la pornografía de una manera más fuete y quizá más adictiva. Yo deseaba salir de eso cada día pero siempre caía, por eso me sentía el hombre más miserable de la tierra, el tiempo paso y entre al seminario donde estudie la Biblia, hasta estudie griego y hebreo, pero el pecado seguía allí, era pastor de una iglesia, pero el pecado seguía allí. El Diablo me había engañado al hacerme creer que yo podía predicar y que almas podían ser salvas, a pesar de que yo estaba en pecado, y yo como estúpido me la había creído. Un día en el que estaba desesperado por mi pecado, pues cada día la adicción crecía y yo ya no sabía qué hacer, ese día en mi desesperación entre al Internet en busca de ayuda y encontré un artículo que hablaba de ese tema y el autor de ese artículo escribió: Aquí está un enlace para aquellos que en verdad quieren dejar la pornografía y masturbación. Esas palabras me hicieron meditar; ¿En verdad quiero salir de esto? Y concluí: claro que sí y así fue como Dios me trajo a este bendito curso que me ha dado libertad con los estudios de la Biblia, ha sido maravilloso aprender los principios que aquí dan, sobre todo cada aplicación que hacen a mi situación. El Diablo me había hecho creer que yo tenía que vivir con ese pecado, me había dicho que ese era mi aguijón en la carne, él me había hecho creer que sería esclavo por siempre, pero te digo algo, él estaba equivocado porque Cristo si liberta a los cautivos, él me ha libertado a mí, hoy es mi día 64 libre de toda inmoralidad sexual, y vos sabes que para un adicto a la masturbación y pornografía esa es una gran victoria. Desde el primer supe que sí, podía ser libre y en Cristo vos también podes, él es el Libertador. Ahora oro todas las mañanas y leo la palabra meditando en ella, esto es algo importantísimo que mi mentor me enseño, (Julio Torres), haciendo eso me fortalezco en el Señor cada día y le pido a el que me de la fuerza para no caer nuca jamás en ese pecado y sé que él lo hará. No te imaginas cuanto gozo es vivir sin este pecado, pues sabes que eres agradable a Cristo, sabes que así lo glorificas en todas las áreas de vida y que ahora puedes conocerle más y más. No te dejes engañar, más bien cree lo que la palabra dice: El pecado no se enseñoreara de vosotros. Cada vez que ardas con el deseo de masturbarte y ver pornografía, mira a Cristo en esa cruz muriendo por tus pecados y te aseguro que será un balde de agua fría que apagara el fuego.